«El espectáculo más hermoso que he contemplado es un niño leyendo»,Günter Grass

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Tres trabajos que me hubiera gustado tener en otra vida

Museo de cera

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Escucho en el podcast Hotel Jorge Juan de Javier Aznar, ya no recuerdo de cuál invitado, que «somos esclavos de nuestras referencias». Y así es: no es lo mismo mirar una foto bien hecha que ver un ejercicio de simetría y pensar en Wes Anderson. No es lo mismo ponerse un simple jersey azul, a valorar una prenda azul cerúleo con Oscar de la Renta e Yves Saint Laurent como artífices (El diablo viste de Prada). Por eso admiro tanto a Ignacio Peyró (Comimos y bebimos, Ya sentarás cabeza) y a Mauricio Wiesenthal (Orient Express. El tren de Europa) que sientan cátedra en cada párrafo lleno de ingenio, lleno de citas y, por supuesto, lleno de referencias que demuestran su cultura y curiosidad insaciable (no hay nada mejor). 

Mi último descubrimiento en este sentido ha sido Marta D. Riezu, cuyo libro Agua y Jabón (título en referencia a la respuesta de Cecil Beaton a la pregunta «qué es la elegancia»), he leído prácticamente de un tirón esta Semana Santa. En este, la autora dedica dos páginas a un juego que me ha parecido de lo más apropiado para esta red: CINCO EMPLEOS QUE ME HUBIERA GUSTADO TENER EN OTRA VIDA. Un juego con el que, en apariencia, estos días aburría a mis compañeros de paseo (¡qué pesada!) pero en realidad luego notaba que les estaba divirtiendo.


Si hubieses nacido en otra época, ¿a qué te hubieras dedicado?

Me hubiera gustado trabajar en una librería mítica: en la librería anticuario Marks & Co. del 84 de Charing Cross Road y presenciar la correspondencia de Frank y Helene, en la trastienda de la madrileña Turner (hoy PASAJES Librería internacional, S.L.) de Manuel Arroyo y vender libros prohibidos o en la Shakespeare Bookshop de París para conocer a tantos escritores y personalidades que por ahí se dejaron caer, pero sobre todo a sus geniales dueños.

También me hubiera gustado trabajar en The Walt Disney Company, con los primeros largometrajes y ser del círculo cercano a Walt para convencer a Pamela Lyndon Travers de llevar a la niñera más famosa de Londres al cine.

Sin duda, me hubiera gustado ser la asistente de Katherine Graham, que apoyó a los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward en el caso Watergate, siendo editora de The Washington Post y demostrando la importancia de una prensa libre, independiente y fiable.

Me hubiera gustado…

Mientras hoy solo se piensa en los trabajos del futuro y en cómo cambiará todo, aquí ando yo en mi Cinema Paradiso particular.

¿QUIERES JUGAR?

La imaginación. Ay...

Porque hay sitios 

donde la IA 

nunca podrá llegar.


Foto: hace unos años, con unas amigas volviendo al pasado en el Museo de Cera de Madrid.