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Cuando Peggy Guggenheim se encontró con la modernidad por primera vez

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Galerista, coleccionista, viajera, influenciable y a la vez influyente, mecenas, gran amante, niña rica, excéntrica… Son muchas las palabras a las que se suele recurrir para describir a Peggy Guggenheim. Pero nunca librera. Y resulta curioso, ya que el primer contacto que tuvo con la cultura fue en una librería. En The Sunwise Turn para ser exactos.

Tras un primer trabajo en la consulta de un dentista, una veinteañera Peggy se unía a sus primos Harold Loeb y Marjorie Content, que regentaban una librería en la neoyorquina avenida Vanderbilt, frente a la estación Grand Central. Peggy vendía, colocaba, buscaba, fregaba, hacía los recados y recogía paquetes.  Aunque no cobraba, estaba fascinada. The Sunwise Turn era una librería distinta, con vocación de ser moderna y de culto. «Procuramos transformar la librería en un lugar de culto, algo diferente a lo que había, donde el mero hecho de comprar un libro se convirtiera en toda una experiencia», alegaba Madge Jenison, una de las fundadoras.

Peggy GuggenheimMadge Jeninson en la librería

A veces galería, a veces escenario para lecturas y obras teatrales, a veces simplemente una buena librería, por The Sunwise Turn pasaban personajes famosos del mundillo como la poetisa Amy Lowell, el escritor Lytton Strachey o el pintor y escritor Marsden Hartley. Peggy tenía la oportunidad de conocerlos, de tratarlos, además de poder comprar sus libros con descuento. Sus libros o los de otros, como los escritos de Bernard Berenson cuyos estudios sobre el arte Peggy devoró. Esto, unido a que varios clientes la animaron a estudiar historia del arte, generaría una inquietud imparable en Peggy.

En 1920 Peggy volvió a Europa transformada: con ganas de ver todos los cuadros sobre los que había leído y juntarse con artistas. Ya estaba completamente alejada de la idea de una vida convencional propia de su estatus social y económico, propia de una mujer en aquella época.

¿Hubiera sido Peggy la que fue si no hubiera pasado por esa librería? Eso no se puede saber pero es evidente que el espíritu inconformista, la importancia de la creación, la modernidad y la lectura las vió por primera en algún sitio.

En The Sunwise Turn. En una librería.

 

Fuente: Peggy Guggenheim. El escándalo de la modernidad, Francine Prose, Turner, 2016